La fractura interna en el Partido Justicialista (PJ) de la provincia de Buenos Aires, originada tras la disputa por la presidencia partidaria, ha llevado a Máximo Kirchner, titular del PJ bonaerense, a convocar una cumbre decisiva este lunes al mediodía en la reserva municipal Los Robles, en Moreno. El encuentro contará con la participación de figuras clave como Cristina Kirchner, Axel Kicillof y Sergio Massa, y promete un debate intenso, marcado por las tensiones internas y la premisa de «discutir cara a cara» el rumbo del espacio político, a un año del gobierno de Javier Milei y en la antesala de las elecciones legislativas de 2025.

Un llamado al debate interno

La reunión, oficialmente anunciada como un Consejo Provincial del PJ con un temario abierto, incluirá un informe del bloque legislativo y un análisis de la situación política actual. Desde La Cámpora, el sector liderado por Máximo Kirchner, destacaron la necesidad de abordar las diferencias de manera frontal y en un ámbito político, tras un año en el que los desacuerdos se ventilaron públicamente y a través de los medios.

El encuentro cobra relevancia en un contexto de críticas hacia dirigentes que buscan posicionar a Kicillof como figura central del espacio. Desde el entorno del gobernador, se busca consenso para evitar divisiones innecesarias. «Este no es el momento para definiciones, sino para construir acuerdos», señaló un intendente cercano a Kicillof.

Cristina y Kicillof: agendas paralelas

Cristina Kirchner confirmó su presencia en Moreno, un gesto significativo tras la decisión de la Corte Suprema que allanó el camino para el juicio oral en la causa del Memorándum con Irán. Su participación busca consolidar su liderazgo dentro del PJ, en un momento de alta exposición mediática que incluye su asunción como titular del peronismo nacional en un acto en la UMET dos días después de la cumbre.

Por su parte, Kicillof combinará su asistencia a la reunión con el cierre de un plenario en San Martín bajo la consigna «el daño de Milei», en vísperas del 10 de diciembre. Aunque no se esperan grandes definiciones electorales, fuentes de su gabinete indicaron que la cumbre será un punto de partida para discutir estrategias con miras a las elecciones.

Las tensiones detrás del debate

El Consejo Provincial del PJ, organizado por Máximo Kirchner, está integrado por dirigentes afines a Cristina Kirchner, como Mayra Mendoza, Juliana Di Tullio y Teresa García, así como por otros actores relevantes como Martín Insaurralde, quien ha mantenido un perfil bajo tras el escándalo del yate en Marbella.

Desde el sector de Kicillof, destacan figuras como Verónica Magario, Gabriel Katopodis y Jorge Ferraresi, aunque no todos estarán presentes. Ferraresi fue contundente al señalar su rechazo a la conducción de Máximo Kirchner, marcando una de las divisiones más profundas dentro del espacio.

El Frente Renovador también tendrá representación con Sergio Massa, quien reprogramó un viaje a Brasil para asistir al encuentro, un gesto que desde La Cámpora interpretaron como un avance hacia la apertura y el consenso.

La cuestión electoral y el desdoblamiento

Uno de los temas más sensibles que subyace al debate es el posible desdoblamiento de las elecciones provinciales y municipales, una atribución de Kicillof que podría generar un impacto significativo en la estrategia electoral del peronismo. Sectores cercanos a Cristina Kirchner rechazan esta posibilidad, argumentando que perjudicaría el «arrastre» de una candidatura nacional fuerte.

Desde el Instituto Patria, consideraron que unificar las elecciones es «más práctico y estratégico», una postura que contrasta con la de varios intendentes que presionan por el desdoblamiento para consolidar sus estrategias locales. Este último punto se entrelaza con otro conflicto latente: la modificación de la ley que limita la reelección de los jefes comunales.

El desafío de construir consensos

La cumbre en Moreno representa un intento por unificar al peronismo bonaerense en un momento de alta fragmentación y múltiples desafíos. Si bien no se esperan definiciones concretas, el encuentro será clave para sentar las bases de una estrategia común que permita al espacio recuperar su cohesión y proyectarse con fuerza hacia las legislativas de 2025.

La diversidad de actores y tensiones internas configuran un complejo rompecabezas político que deberá resolverse en los próximos meses. Por ahora, la premisa es clara: abrir el juego, debatir de frente y buscar acuerdos que fortalezcan al peronismo en su conjunto.